
Los antiguos chinos, investigadores de la naturaleza por excelencia, observaron que en todas las cosas y también en nosotros, había una sustancia sutil, dúctil y maleable (Chi), que se desplazaba, acumulaba y que se podía mover a voluntad por el organismo a través de los meridianos. Así empezaron a desarrollar movimientos para desplazar el Chi (energía) de una manera determinada, incrementándolo para fortalecer el cuerpo, llevándolo donde había un déficit o dispersándolo donde había una acumulación excesiva.
Existen diferentes corrientes de pensamiento en China y cada una de ellas ha desarrollado sus propios ejercicios energéticos. Nosotros practicaremos la rama Médica o Terapéutica, para incrementar la vitalidad latente de cada persona y así conservar un buen estado de salud global.